Incluso muchos de los que nos conocen en persona no saben que detrás de CARLIO hay toda una historia que no nació, como puede suponerse, en una tarde de relax tomando un café en el bar. Tampoco fue producto de una búsqueda desesperada por hacer algo productivo que nos sacara de la crisis (cosa que habría estado muy bien, la verdad). Pero no, CARLIO no fue algo concebido poco antes de dar forma a nuestras primeras creaciones para Android. CARLIO es un sueño, el sueño de dos amigos que disfrutaban de su viejo ordenador de 8 bits no solo jugando a los juegos de cassette, sino también aprendiendo el funcionamiento del lenguaje BASIC para el cual estaban programados.
Durante largo tiempo pasamos tardes, incluso días enteros delante del Amstrad CPC haciendo multitud de pruebas y tratando de entender lo que hacía cada instrucción. Éramos unos críos en nuestros comienzos a finales de los 80, principios de los 90, y guardamos un más que grato recuerdo de aquellos tiempos. Pero la tecnología evolucionó y todo cambió. El Amstrad quedó relegado al olvido, y así ha permanecido mucho tiempo, hasta que la reciente fiebre por lo “retro” ha despertado de nuevo en nosotros el recuerdo de lo que creamos hace tanto… (aunque realmente, nunca llegamos a olvidarlo).
Juegos perfectamente terminados, multitud de pruebas, muchas de las cuales desgraciadamente se han perdido para siempre y abundante material en papel conformarán una serie de artículos con la que pretendemos daros a conocer nuestros orígenes como desarrolladores de videojuegos. Una mirada al pasado para comprender lo que ahora somos y porqué queremos hacer lo que hacemos. Aquellos que no vivieron los gloriosos años de la época dorada del software español quizá no comprendan del todo lo que significa esto para nosotros, pero puede resumirse en una palabra: ILUSIÓN, la misma que teníamos hace más de veinte años, esa que nos permite seguir adelante, deseando que nuestro humilde trabajo sea del agrado de cuantos tengan ocasión de disfrutarlo.
Pronto comenzaremos a subir imágenes del material que aún conservamos junto a su pedacito de historia, nuestra historia…